Querido/a lector/a, paseante de internet, espía, (des)conocido/a, persona X:
Me aventuro a escribir este post-carta, postdata de blog, post-historia porque me está haciendo falta acercarte a mí y no tengo otra manera que la palabra. La palabra también me acerca a mí, y ése es uno de los caminos que tengo que recorrer. Te estoy utilizando un poco, sí, aunque espero que podamos ser de mutua utilidad, lo satisfactorio del intercambio empieza porque ambas partes dan y reciben. No prometo igual grado de satisfacción porque ésta solo es posible entre personas que reconocen sus diferencias pero han establecido un código de intercambio en igualdad de derechos ya que coinciden en ideas. Así es el amor, por ejemplo.
Todos somos diferentes aunque necesitemos las mismas cosas. Y es justo esa diferencia la que hace que no tengamos ni merezcamos lo mismo. Aunque (no) tengamos lo que nos merecemos.
Es un trabalenguas, pero es tan claro como este tweet que Jorge Salcedo escribiera en Twitter: «El sol sale para todos pero a algunos les da cáncer.»
Apelo a tu diferencia, tu otredad, cambiemos el juego, no quiero ser quien pretende enamorarte con palabras. Imaginemos que estoy sentada en el sofá. El otoño ha traído su viento más nostálgico. Llovizna. Hay vino tinto y música en inglés. Algo suave. De los años 50. Estoy por encender un cigarro y me aterra el blanco de una hoja, mirándome fijo. Preguntándome cosas. Entonces llegas tú y cambia la canción a una bailable. Apuro mi trago. Me miras con indecisión. «Solo(s) estamos los dos» te digo mientras mis pies se mueven con la música.
La hoja en blanco se vuelve la pista donde tú y yo bailamos. Luego llegarán otros. Ya no estaremos escuchando la misma canción. No importa. En este momento la escritura es el baile de mis ideas y, no sé, quizás solo me escribo esta carta a mí misma con la excusa de dirigirme a ti acaso ausente o por venir, a alguien que, en todo caso, no está dibujado en mi mente.
Lectores del futuro es un gusto (no) haberles conocido.
Lectores del día después: me vuelvo a ustedes como quien pide una cita. Un explícito: «Busco tema» y, espero que alguien sepa bailar y me invite poniendo una idea en la vitrola, escribiré de lo que sea. Será un reto. Un ejercicio. O un fracaso. Ya se verá. No sé bailar en todas las pistas ni con todos los estilos, pero intentaré mantener el ritmo. En todo caso, bailaré a mi ritmo.
Tú pon la música, mejor dicho y para ser precisos, el tema. El próximo domingo te respondo con toda la (falta de) pasión que me despiertes.
Ajenamente tuya,
Lien
PD: Déjame un comentario con el tema del que quieres que escriba porque el detector de señales de humo se me ha roto. De los posibles múltiples temas iré eligiendo por orden de inspiración -lo siento, pero mi pequeña “dictadora” es ella, y por eso trato de hacerle frente, esta carta es una manera-. Gracias por leerla hasta el final. Los epistolarios suelen dar pereza, pero están en peligro de extinción. De ahí que si no me respondes, al menos termina tu correspondencia inconclusa, hazte ese favor.
[Y esto es un post-it para mí misma, mañana respondo mails. Porque no me gusta hacer lo que detesto que me hagan.]
24 octubre, 2011 at 16:12
¿Volver o no a donde un día fuiste feliz? No me refiero solo a lugares o paisajes, que también, hablo sobre todo de sensaciones, sentimientos y personas idealizadas en el recuerdo.
24 octubre, 2011 at 15:46
Vaya, se está poniendo bueno esto:
Lou, sobre ti se puede escribir prosa poética. Así que no me tientes… O sí. De eso se trata también la escritura, es una tentación.
Sobre el amor-odio de los amantes se puede hacer un tratado, no sé si tenga valentía para empezar por ahí…
La admiración en el amor es un tema interesante, y del que tengo una idea que me gustaría compartir, así que es un tema para anotar.
La lluvia es recurrencia en cualquier escritor con nostalgia, aunque no escribamos sobre ella, es telón de fondo de muchos textos.
Pero hasta el domingo no les diré qué decide mi inspiración. Gracias a todos por leer y escribir.
24 octubre, 2011 at 16:13
Pues claro que te tiento, para qué te pido, si no. Dale, que me quiero ver por fuera. Me parece que no me voy a gustar. Por cierto, me voy a Brasil.
24 octubre, 2011 at 15:11
Escribe sobre la lluvia. Lo que te cuenta la lluvia.
24 octubre, 2011 at 5:31
Ok, te dejo un tema que hoy me ha dado bastantes vueltas la cabeza, quizá resulte: ¿es necesario admirar a la gente que amamos (amor en general)? No busco respuestas, también busco caminos. Saludos
24 octubre, 2011 at 3:39
Escribe algo acerca de la condición de amor odio de los amantes (incluído(a) el(la) afectada) para con ellos y con el mundo.
24 octubre, 2011 at 3:27
Escribe algo sobre mí, puestos a pedir. Es que va en contra de mis convicciones.