Vengo de un país donde le lanzan mierda a los que reclaman libertad. Y no es una metáfora. Vengo de un país donde respirar sin herirse cuesta, aunque vivas a miles de kilómetros de distancia de aquella miseria. Y es literal. Vengo de un país que me hace llorar por dentro y por fuera. Y rabiar, y sentir que mi vida está atada a sus letras. Vengo de un país que me encadena.
Uno tiene que tener derecho a la soledad y a ser libre, y al amor sin dilemas.
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